viernes, 4 de diciembre de 2009

Historia de una prostituta 6


[Breve fragmento del primer monólogo interior de un día cualquiera]

Quiero dejarlo, pero no debo. ¿En realidad quiero? ¿De qué vivo? ¿De qué voy a vivir? No soy joven, aunque tampoco mayor. ¿Dónde aceptarían a una puta? Leo, leo, leo, me gusta leer, y pensar. Pero no he estudiado. Bueno sí, algo de prácticas anatómicas (unas diez horas diarias).
Levántate y desayuna. Tienes cosas que hacer.
Quisiera ser como Conchita. Tengo que llamarla. Quisiera ser como ella, tan viva, tan feliz pese a su pasado. Tan llena de vida. ¡El cabrón de su ex marido! ¿Quién sería más cabrón, él o el novio de mi madre? Creo que me llevo la palma.
Tengo que salir de aquí. Odio esta vida. Odio las noches, odio a las personas, y me odio a mí misma porque pese a no deber nada a nadie, sé que no sería capaz de dar en el caso de que debiera.
Nunca me han dado algo a cambio de nada. ¿Por qué yo tendría que hacerlo?
“Ding”. Microondas termina su función. Leche caliente. Odio ese ruidito. ¿Hay faldas limpias?
Me iría de aquí. Saldría de este lugar. Alquilaría otro piso lejos del barrio, allá donde la gente me mirara a los ojos y no viera nada más que otra persona. Eso es, quiero ser otra persona normal y corriente. Las miradas hacen daño. También la ignorancia. ¿Pasear con paso firme y segura de que nadie va a rechazar tu sonrisa? ¡Bah! Es inimaginable. Imposible. Impensable.
¿Impensable? ¡Piensa! ¡Piensa dónde coño te dejaste ayer el mando de la tele?
De pequeña nunca me imaginé una vida así. Quizás por eso, porque era pequeña. Todo eran nubes de colores, ilusiones, sueños en que me imaginaba a estas alturas en un salita operando a un pobre perrito atropellado o ayudando a una gatita a parir sus cachorros. Todo me fue arrebatado. La sangre de la desfloración fue el reflejo de todo mi futuro a partir de ese momento.
El futuro no existe. Sólo es el charlatán en la Corte del Tiempo [Nabokov]. Pude actuar de otra forma, elegir otro camino.
¿Ah, sí? ¿Con quince años qué camino podía tener? ¿Ir a la policía y contárselo? Me hubiesen tomado por tonta, o me habrían dicho que estaba trastornada.




Tengo que comprar suavizante. Que no se me olvide.
Suavizante, suavizante, lubricante… también lubricante. Ayer los gasté.
Todo se acaba, todo se gasta. Todo muere en el tiempo.
El tiempo muere en el tiempo.
¿Y la muerte? ¿Muere la muerte? La muerte de la muerte sería la vida. Ese “negativo y negativo equivale a positivo” sería de una gran aplicación a tal afirmación. Vaya… algo inteligente soy.
Tengo la impresión de no haber dormido en toda la noche.
Morir, dormir.
¿Por dónde iba? ¡Ah, sí! La muerte que muere, la vida que resucita. Pero, perdón, ¿a caso existe la vida en la muerte? ¿”la vida que resucita”? ¿A caso la vida puede resucitar? La vida es vida, y la vida no puede existir en la muerte. La muerte acaba con la vida, pero no la transforma en vida muerta; ésta simplemente desaparece. El cadáver es del muerto, y no del vivo. No hay un cadáver de un elemento con vida, ¡no!
Pero sí que hay vivos que parecen muertos.

La verdad… yo soy una viva un poco muerta… Tendría que empezar a pensar en resucitar a veces…








...




Hay que resucitar de entre las piernas no me las abras si no me pagas más, que no tengo muerte suficiente para pasar el vida a vida. Sí, son quince más si quieres resucitarme.




....






Se durmió mientras desayunaba.
Había llegado a casa a las cinco de la madrugada, y se había levantado a las nueve sólo para sentirse como todos aquellas jovenzuelas que de buena mañana cogen el tren y el metro de camino a sus facultades; o como las mujeres que a esa misma hora ya están sentadas en sus despachos; o como aquellas que, con escoba y fregona en mano, empiezan a limpiar portales.

Entre la vida y la muerte, ella trabajaba en la Calle de la Noche, que está más o menos en el medio de ambas.
Debía ofrecer un cambio de rumbo a su destino, dado que el destino no le ofrecía alternativa alguna. Debía cambiar el camino que una adolescente había escogido por ella hacía veinte años, y que resultaba infinito. Infinitamente vacío. Aun era posible.











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Primera imagen: Incertidumbre, http://www.nicoletta.info/






Segunda imagen: La muerte y la doncella, http://www.nicoletta.info/






Tercera imagen: Profundo silencio azul, http://www.nicoletta.info/












10 comentarios:

  1. Profundas y atinadas las reflexiones de tu protagonista, que habita el lindero entre la vida y la muerte... y luego dicen de quienes ejercen su antigua y denostada profesión, que son "mujeres de vida alegre". Resulta paradójico,¿no? En fin...lo malo es que se propone cambiar de vida, porque sin lugar a dudas no le gusta nada de nada, pero cambiar es a veces imposible. Un bsote fuerte y muy feliz finde, querido Jorge.

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  2. ¿Has dicho en algún momento como se llama?
    Es que ha entrado en mi vida.y quiero llamarle por su nombre.
    ¿Cómo consigues entrar dentro de su mundo?

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  3. Interesante monólogo.. veo que utilizas lo que lees muy bien. Intuyo Nabocov y un monólogo de Hamlet de Shakespeare por ahí y seguro que más cosas que se me escapan.
    Interesante la mezcla de lo concreto con lo trascendental. Me gusta.
    me encanta verte escribir y me encanta el resultado. Este blog es justo lo que necesitabas.
    ¿Sabes? Algún día recibirás mis cartas,tal y como las recibías antes..ya verás...

    y hasta aquí puedo leer.

    Marina.

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  4. Hola África! Gracias por tu comentario. Es entrañable y motivador.
    Pues ciertamente no le he puesto un nombre en concreto con la voluntad de no hacerlo. Es algo así como "un anonimato consciente". No sé, deben de ser manías de escritor aficionado jeje

    Pues me encanta que te guste la historia, y por supuesto estás invitada a disfrutarla y a que forma parte de ti. Es un honor para mí que la gente vea en este personaje algo más que un simple elemento de un relato.

    Un beso, y feliz fin de semana!

    Por cierto, yo siempre he dicho que cuando uno escribe debe de ser como un actor o actriz: debes creerte lo que haces, debes sentirlo y poner parte de tí en lo que relatas. Es el único modo de que todo tenga sentido.

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  5. que bonito que escribes de veras, muchos exitossssssssssssssss.. bezos

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  6. Me parece muy bueno cómo desbarra cuando se está quedando dormida :-)
    Besos felinos.

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  7. En el fondo, todos somos un poco como ella.
    Vendemos nuestro tiempo, nuestras habilidades.
    Y fantaseamos con cambiar nuestra vida, con ser los amos de nuestros dias y los capitanes de nuestra alma.

    Todavia resuena en mis oidos una conversación con mi jefe hace unos dias : "limitate a seguír el guión que te pongo sobre la mesa todas las mañanas, aquí no necesitamos ideas ni creatividad".Suena casi igual que "abre un poco más las piernas, nena".

    Todos nos prostituimos un poco, y el que esté libre de culpas, que lance la primera piedra.

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  8. Creo que se equivoca tu personaje en algo, el futuro es lo único que existe y sus recuerdos son los únicos hermosos y reales. Ese recuerdo de futuro es el que empuja. Claro que siempre me equivoco....

    Conozco las obras de Nicoletta Tomas desde hace tiempo, de hecho en muchas de mis entradas las he utilizado. Son una maravilla.

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  9. Rodericus, tienes razón cuando insinuas que todos, de un modo o de otro, y en algún momento de nuestras vidas, nos hemos vendido. Muchas gracias por tu comentario.

    Alma, ya me voy acostumbrando a tenerte como lectora y debo hacerte saber que me encanta. Como también me encanta la obra de Nicoletta. Tienes razón, es genial, una obra con una calidez extrema a la vez que sencilla: simplemente auténtica. Le pedí permiso para postear sus dibujos.

    En cuanto a que el futuro es lo único que existe, permíteme discrepar de tu opinión. Creo que en realidad, la parte del tiempo que ciertamente existe en ínfima; el presente es una gota en el mar del recuerdo (pasado) y la potencia (futuro). Sí que es cierto que el pasado y el futuro (como elementos y no como tiempos) sí que existen en nuestro recuerdo, en nuestra ilusión, y eso, compañera mía, es lo que probablemente provoque que finalmente exista algún que otro cambio en la vida de nuestra protagonista.

    Un beso

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  10. Bueno, parece que he empezado la historia por el final, pero volveré a leerla desde el principio, porque eres un buen nerrador y tu prosa es fluida y amena. Mi compañera de blog,Dalianegra, me ha recomendado tu blog y en verdad que es muy interesante, así que me uno a él como seguidor y además da la casualidad de que también me llamo Jorge López, jeje. Sldos.

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