Un día, un mayor le dijo que no resultaba fácil pensar con la cabeza al tiempo que sentir con el corazón, o viceversa, pues ello creaba severos conflictos internos.
Sin embargo, él siempre creyó que lo realmente difícil era sentir con la cabeza y pensar con el corazón. Y tanta era su dificultad que ni siquiera existía oportunidad alguna para que ello creara un conflicto interno. El conflicto, sencillamente, se encontraba en el aire de la máxima, en la aparente artificiosidad de encajar el sentimiento desde el raciocinio, y el raciocinio desde el latido, desde el impulso.
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Imagen: Entre la razón y el corazó, César Ruiz Cureño.
Para mi, que se produce un cortocircuito.
ResponderEliminarHola, Jorge, evidentemente, no es posible snetir con la razón ni razonar con los sentimientos, qué me lo digan a mí, jeje. Una entrada muy reflexiva y profunda, la tuya. Un beso y feliz semana.
ResponderEliminarMenudo texto te has marcado no??? ;-) encantado crack de poderlo leer! muy bueno!
ResponderEliminarveo, incluso, que este criterio pudiera aplicarse a la toma decisiones por los gobernantes... un abrazo!
Gran reflexión, Jorge. Sentir con la cabeza es dificil, pero, como dices, pensar con el corazón más, si cabe.
ResponderEliminarA veces es mejor dejar las cosas cada cual en su sitio y cada sentimiento o pensamiento, donde debe estar, sin más. Si no es así...como dicen por ahí arriba: cortocircuito :S
un saludo!!!
Hola Jorge:
ResponderEliminarSoy Cesar Ruiz Cureño el que realizo la obra que publicaste, solo para agradecer tu referencia y para compartir contigo tus reflexiones.
Saludos desde Mexico
hola me gusta la pintura, sabes de quien es?
ResponderEliminarLa obra es mia, soy Cesar Ruiz Cureño estoy a tus ordenes ces.art.rc@hotmail.com gracias por tus comentarios.
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