Ayer, día 25 de noviembre, fue el día contra la violencia machista, esa lacra social permanente, despegable como los chicles, y que ha venido condicionando no sólo la vida de las mujeres, sino también la de hombres con identidades diferentes a la identidad masculina tradicional.
Vuelvo a decir, tal y como ya lo hice en una actualización hace un tiempo (y como dice D.Gabarró en su libro "Transformar a los hombres; un reto social"), que el machismo es un problema que tiene el hombre y que padece, entre otras personas (y de forma mayoritaria) la mujer.
En fin, haría falta muchísimo más tiempo del que ahora mismo está en mis manos para adentrarnos seriamente en todo esto. Sin embargo, y con el permiso concedido por el propio autor del libro (véase última pagina del libro), paso a poner un enlace a través del cual aparece su escrito en formato pdf.
"Transformar a los hombres: un reto social" es una obra escrita en un lenguaje adecuado para todo tipo de lector/a que nos adentra en la idea del cambio de la llamada Identidad Masculina Tradicional o Machista, aquella identidad que creemos natural por ser inculcada desde incluso antes de nacer, pero que sin embargo no es más que una característica social podrida a día de hoy, y que haría falta cambiar por otro tipo de identidad que generase un mayor bienestar del hombre consigo mismo y con todos los que le rodean. El machismo no es un problema de cada hombre, sino un problema social que nos afecta a todos y a todas (aunque ninguno de nosotros aceptemos ser machistas). Cuando los niños se ríen del que la tiene más corta; cuando los jóvenes se burlan "del maricón" o de "la nenaza", o del que aun no ha perdido su virginidad y divinizan a quien "más chicas se ha tirado", a quien muestra ser más macho adulto que los demás; cuando los hombres no pueden soportar ser mantenidos económicamente por sus mujeres y a consecuencia de ello incuban celos y envidias; cuando, pese a que la tasa de accidentes de tráfico y dentro del trabajo cae mayoritariamente sobre el sector masculino, no se hace nada para evitarlo.
Todos estos "cuandos" son consecuencia de esa necesidad casi inconsciente (pero no natural y sí cambiable) de deber, como hombres, mostrar (y aquí redundo) nuestra hombría, y no perder ese identificativo de "hombre" ante el resto de la sociedad.
Pues bien, "Transformar a los hombres: un reto social", tiene todo que ver con estas cuatro pinceladas dadas aquí. Es un perfecto manual (siempre teniendo en cuenta la bibliografía facilitada en el mismo libro) para comenzar a pensar de otra forma, para darnos cuenta de lo perjudicial para tod@s de una Identidad que a los hombres no nos deja crecer como personas, y que de igual manera obstaculiza a las mujeres, a los gays y lesbianas, a los/las transexuales, etc, en su crecimiento y consecución de la completa y esperada igualdad.
Y para acabar, citaré una frase que D. Gabarró recoge en su libro y que AHIGE utiliza como uno de sus lemas: "Los hombres ganamos con el cambio, ganamos con la igualdad".
El link para descargar el libro (decarga totalmente legal) es el siguiente: http://www.danielgabarro.cat/Transformar%20a%20los%20hombres,%20un%20reto%20social..pdf
También pongo el siguiente enlace, que lleva a un documento muy interesante llamado "Guía para mujeres maltratadas", manual escrito por Ángeles Álvarez, Responsable del Área de Género de la Fundación Mujeres y portavoz de la Red Feminista de Organizaciones contra la Violencia de Género:
http://www.nodo50.org/mujeresred/spip.php?article461
jueves, 26 de noviembre de 2009
Ayer, día contra la violencia de género
Etiquetas:
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violencia
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Hola, Jorge, vendré con más tiempo a ponerme al día con las lecturas que tengo pendientes tuyas, pero ahora y después de leer este post, te doy completamente la razón en todo cuanto postulas, aunque añadiría que las mujeres también tenemos parte de la culpa en la pervivencia del machismo y es porque nosotras, quizás sin percatarnos de ello, educamos también en el machismo y en la diferencia a nuestros hijos e hijas y porque también nosotras damos pie a la existencia de la violencia de género si la justificamos con excusas de lo más peregrino o si no denunciamos, cosas que son nuestro deber y obligación si pretendemos conseguir un mundo más digno y justo. Por tanto, no sólo hay que re-educar a muchos hombres en ese sentido, sino que nosotras también debemos replantearnos cambiar de actitud y ser más solidarias entre nosotras mismas. Un post estupendo, mi enhorabuena por ello. Recibe un besote y mis mejores deseos para el finde.
ResponderEliminarviolencia sin más..
ResponderEliminarMe aterra la soledad que tienen o que sienten algunas mujeres maltratadas, hemos de hacer que desaparezcan.
ResponderEliminarTe traigo un poema que escribí hace un tiempo publicado en Letralia:
a una mujer tendida en el suelo
veo tu blanca y rota silueta
tus rojas uñas sin esmalte
el cárdeno color que te maquilla
negra es la noche
oscuro tu amor
alguien levanta tu cuerpo
te arrulla una sirena azul
cien caballos te arrastran
sola queda la calle
sola estás tú
Un abrazo
La violencia de género, pero también en general, es una lacra que debería erradicarse totalmente de la sociedad. Ojalá se consiga, pero no soy muy optimista con esto, porque somos simios, y los simios (no todos, pero casi) somos agresivos por naturaleza. Ojalá pudiéramos parecernos más a los bonobos y no tanto a los chimpancés.
ResponderEliminarBesos felinos.
Hola Jorge, paso a visitarte con mas detenimiento. Un saludo
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