Tú en mi música, yo en tus manos
que se deslizan lentamente
con estilo muy piano
entre la sangre de mis venas,
entre las cuerdas, lado a lado.
Tus ojos cristalinos
penetran en mi voz,
y yo canto, y canto,
porque me mueve tu dulzura,
porque tú eres yo,
y en mi lujuria más aguda
tú lloras a mi son.
Y quiero que me toques,
que me acoses,
que sienta que me quieres escuchar,
dame el sentimiento,
y seré música prohibida,
que se deslizan lentamente
con estilo muy piano
entre la sangre de mis venas,
entre las cuerdas, lado a lado.
Tus ojos cristalinos
penetran en mi voz,
y yo canto, y canto,
porque me mueve tu dulzura,
porque tú eres yo,
y en mi lujuria más aguda
tú lloras a mi son.
Y quiero que me toques,
que me acoses,
que sienta que me quieres escuchar,
dame el sentimiento,
y seré música prohibida,
el solo de la orquesta
de tu dulce intimidad.
Porque yo hablo por tu alma,
porque yo callo en soledad.
de tu dulce intimidad.
Porque yo hablo por tu alma,
porque yo callo en soledad.
Jorge López, 2005.
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Imagen: Violin, de Farid Rueda. (faridrueda.blogspot.com)
Hola Jorge, seguro que tus sentimientos ahora son distintos, han pasado algunos años y también seguro muchas vivencias. Me quedo con la frase “ que sientas que me quieres escuchar”.
ResponderEliminarUn beso feliz fin de semana.
Gracias, es un gusto para mi saber que despertaron en las personas sentimientos mis obras, o que de alguna manera encuentran en ellas reflejo de sus almas... me ha agradado tu poema y que buena que entre la imagen y la palabra escrita se encuentre un enlace... saludos
ResponderEliminarSupongo que estos versos participaron en algún concurso... no? ;-) un abrazo crack!
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